Mi entusiasmo por querer aprender a tocar este instrumento comenzó a finales de la década del 2.000, dada su estrecha vinculación y similitud con el acordeón.
No fue hasta 2.020 cuando tuve la oportunidad de adquirir un ejemplar de este instrumento. Actualmente poseo una colección de cuatro bandoneones, ya que me empezó a interesar coleccionar algunos de ellos.
Inicié mi formación en el aprendizaje del bandoneón de manera autodidacta, con la ayuda de excelentes métodos musicales recomendados por grandes bandoneonistas, y con mi base de conocimientos relativos a la formación musical que tenía.
De forma puntual, he actuado con dichos instrumentos en el ámbito escolar (interpretando canciones de índole infantil, popular,...) o amenizando algún cumpleaños.